jueves, diciembre 08, 2011

Cidade Maravilhosa

Hoy me gustaría compartir con todos vosotros un vídeo un tanto especial para mí. Aunque de forma interrumpida, llevo ya algo más de un año viviendo en Brasil, más concretamente en Río de Janeiro.

Durante este tiempo, que como digo ha sido interrumpido en varias ocasiones de las cuales una de ellas de varios meses, he podido sentir el calor de una ciudad y de una gente, que como cita el título de la canción es, maravilhosa.

No voy a descubrir a nadie a estas alturas que toda ciudad tiene su lado oscuro, pues Río lo tiene, como lo tiene Madrid o Buenos Aires. Pero le debo mucho a una ciudad que ya forma parte de mí como lo ha formado Lewes y Madrid. Me ha dado mucho y espero que con el paso del tiempo aún me de mucho más, que pueda normalizar mi situación y hacer todo un poquito más sencillo.

Por esto, por lo mucho que me gusta el ambiente carioca, su gente, sus garotas, su vida; os dejo este vídeo que os da una idea del paraíso en el que me ha tocado vivir por un tiempo.




Río aguarda

sábado, noviembre 26, 2011

PUXA ASTURIES ----- Parte IV



La quinta etapa, no por última fue un trámite. Ni mucho menos. Visitamos un mercado medieval, donde disfrutamos de una competición de escanciadores, pudimos comprar embutido en puestos al más estilo del medievo y disfrutar de una mañana aunque fría y lluviosa, de una estampa peculiar y no menos interesante que las ya vividas. El día continuó en Lugones, donde degustamos una fabada en el restaurante "La Máquina", que aún no siendo de bajo coste, no podemos decir que sea caro una vez degustada la calidad de lo que allí comimos y poniendo el punto final a nuestro perfecto viaje por Asturias.

Cierto es que queda en nuestra agenda algunos lugares como Llanes o Cudillero; pero aún así creo que fue una digna vuelta por Asturies. Un gran vuelta.

La palabra que me rondaba la cabeza mientras me alejaba de Oviedo a nuestra vuelta era sólo una y repetitiva, continuará.

viernes, septiembre 02, 2011

PUXA ASTURIES ----- Parte III

Etapa 3 - Arriondas (Descenso del Sella) / Covadonga / Cangas de Onís / Gijón

Ya es juernes. Cuarta jornada de nuestra particular vuelta a Asturias y tercera etapa. Esta sería la etapa reina de la semana, por la dificultad, el esfuerzo y la longitud de la misma. No todo el mundo se encuentra en condiciones físicas y psicológicas para afrontar etapas de este calado y lo que es más difícil, acabgarla de forma satisfactoria. Nuestra primer punto de control estaba en Arriondas, para el Descenso del Sella. No voy a poder decir nada del descenso que nadie sepa, es totalmente recomendable y merece muchísimo la pena vivirlo. Eso sí, 13 kilómetros de descenso donde aunque la palabra descenso aparezca, no quiere decir por ello que el torrente de agua hará el trabajo por nosotros; ni mucho menos; es duro y en ocasiones muy duro. Pero la sensación al finalizarlo es indescriptible, al igual que el sueñecico del autobús con el que se torna al punto de partida. El descenso del turista, se realiza por el mismo sitio que el profesional, pero con la salvedad que no llega a Ribadesella, sino que acaba varios kilómetros antes; por lo demás es lo mismo. La salida fue desde Arriondas y desde el primer momento descargamos todas nuestras energías en los remos para mover nuestra canoa con mucho trabajo físico, con zonas de descanso y otras donde disfrutar de un buen baño. No olvidar llevar dinerito suelto, pues hay varios chiringuitos por el camino en los que se puede parar a tomar algo y relajarse. Después de la actividad física, llegó más actividad física. Esta vez de nuevo a pie. Subida a los Lagos de Covadonga y visita al pueblo que le da nombre a estos loagos, Covadonga. Realmente dejaré que las fotos hablen de ambos sitios por si solas, porque como dicen, vale más una foto que mil palabras y en mi caso, que 10 mil.


El día terminó por un paseo por Cangas de Onís, pueblo bastante interesante y donde merece la pena visitar su famoso puente; además de eso, pueblo con mucha vida debido a su cercanía a Covadonga y Arriondas, ya que está a mitad de camino entre ambas localidades y a no más de 10 km.


¡Y llegó la fiesta! No era el mejor día, pero fue un día de escándalo. Todo empezó con una cena a base de raciones en el centro de Gijón, rodeado de buen ambiente, chicas guapas y botellas de sidra. Después seguimos la fiesta en un "antro" donde pudimos dar rienda suelta a nuestros juegos más infantiles de bebida barata (cerveza y calimocho). Nos decantamos por el "Señor del 3" o también rebautizado, "Señor del Paco". Tras lo cual, y con una puntito como todo el mundo puede imaginar, nos dirigimos a un local cercano al paseo marítimo donde dimos rienda suelta a nuestras caderas. La nota general fue muy buena y la plantación de "nabos" menos numerosa de lo que uno espera encontrar en cualquier garito. Además, la nota de las muchachas asturianas alcanza con facilidad un notable alto rozando el sobresaliente, si es que no lo alcanzaba. Por lo que se confirmaba que en Asturias hay muy buena carne.

Para los gladiadores que aguantamos hasta más allá del amanecer, nos esperaba un día duro a pesar de ser jornada de descanso en la vuelta a Asturias.

Etapa 4 - Gijón / Avilés

En la cuarta etapa, visitamos tibiamente Gijón y después visitamos Avilés, no pudiendo alcanzar la línea de meta marcada, Cuchillero. Este pueblo, quedará en nuestra agenda de pendientes. De Gijón, los que la visitaron, ya dieron buena cuenta de él; de Avilés, queremos hacer una definición acorde a lo visto: ESPECTACULAR.

Cualquiera que piense en Avilés y que haya estudiado un poco, lo recordará como uno de los centros neurálgicos de la Siderurgia española. Por lo que los que nos lleva a pensar que esta ciudad de economía industrial sería cuanto menos, no muy bonita en el plano estético. Pues bien, si de algo nos hemos dado cuenta en este viaje es que no hay nada como tener expectativas para que la realidad te de una sorpresa mayúscula. Avilés fue la tapada, la ciudad que nadie esperaba con ansias; pero fue sin duda la más destacada. No vamos a engañarnos, la entrada a la ciudad no es la mejor, rodeado de fábricas con chimeneas con fuego y humo, nada alentador para un turista y que tras lo cual llegamos a una zona urbana más bien normalita. ¡Pero ay señor turista!, cuando uno llega al centro histórico, todo cambia, damos un giro de 180º y pasamos a disfrutar de una ciudad sencillamente espectacular, hermosa, con jardines que nos trasladan al Reino Unido y con un ambiente y una muchedumbre que invita a no parar de pasear por la ciudad. Por no hablar de la gastronomía. Puede ser casualidad, pero debido a las prisas entramos en el primer sitio que vimos aún no siendo el que más pudiera resaltar; pero a la postre fue uno de los mejores sitios que pisamos y donde degustamos buena cocina asturiana. Gran ciudad que incluir en vuestra ruta.

Ya no nos queda mucho, con la quinta etapa poníamos punto y seguido a este viaje que tanta huella ha creado, no sólo en nuestro corazón sino también en nuestras lorzas.

miércoles, agosto 31, 2011

PUXA ASTURIES ----- Parte II

Etapa 2 - Poncebos (Senda del Cares) / Bulnes / Niembro / Tazones

Nuestra siguiente etapa era más dinámica. Para nuestro tercer día en tierra Astur, decidimos junto con la climatología, realizar la "Senda del Cares" en los Picos de Europa, subir a Bulnes por el funicular, darnos un chapuzón en las playas de Niembro y acabar cenando en Tazones. Como podréis comprender, la ruta de senderismo no la hicimos en su totalidad, ya que consta de 12 km entre ida y vuelta, lo cual es imposible hacer de forma completa y acabar la etapa que nos esperaba. La ruta la comenzamos en Poncebos y llega hasta Caín, ya en tierras leonesas, en este caso realmente sólo hicimos dos horas de ruta, lo que supone un tercio del recorrido aproximadamente; lo justo para disfrutar de una jornada de caminata y poder aguantar el resto del día.


La ruta empieza con algunas pendientes moderadas, y digo moderadas, porque después la cosa se complica un poco y ya podemos decir que las siguientes son señoras pendientes por las que pasa factura no estar en forma o no llevar el equipamiento adecuado. De cualquiera de las maneras, se disfruta mucho caminar, exigir un poco al cuerpo y a la vez poder divisar postales jamás vistas. Un prueba de fuego para los que sufren de vértigo, tanto de forma aguda como no tanto. Esta senda, no es senda por medio de bosque y parajes frondosos, la zona por la que discurre dicha senda, es una zona de glaciares que en esta época del año se encuentran en modo "desértico", es decir, que sólo podrás divisar rocas, lo cual, para aquello que no disfruten de este tipo de parajes y de caminar, será más una tortura que un placer. Aún así, me parece una zona digna de visitar. Para los no tan aventureros, también se puede hacer otra senda que discurre el valle y se prolonga a lo largo del río Cares, en este caso no encontraréis cuestas pronunciadas ni una dificultad máxima.

La siguiente parada, tras una comilona de bocatas, era la subida al pueblo de Bulnes, la cual sólo puede hacerse a través del funicular (no confundir funicular con teleférico). Después de haber pagado 20€ pensando que subiríamos por un artefacto suspendido de cables (teleférico) y haciéndolo en otro de raíles a través de un túnel de la montaña (funicular); pensamos en retroceder debido a la decepción que nos llevamos. Pero no lo hicimos y, menos mal que no lo hicimos. Tras bajar del funicular y caminar 5 minutos, llegamos a un pueblo minúsculo, al que sólo se llega por este medio de transporte y donde los víveres llegan de la misma forma, porque no hay otra. Este pueblo, donde básicamente hay restaurantes y alguna tienda de regalos, es ideal para escondernos en algunos de sus rincones, beber agua que procede directamente de la montaña o cruzar su puente de juguete sobre el pequeño arroyo que lo atraviesa.

Una vez en el pueblo, recomiendo subir al mirador. Esta subida se hace por un camino rodeado bosque frondoso muy distinto al que se sigue por la Senda del Cares. Podemos decir que en un mismo día tuvimos un poco de todo. En el momento que llegamos al mirado fue como alcanzar el cénit, esa sensación de culminar el día de la mejor forma posible (o al menos eso creíamos, ya que Asturias no para de sorprenderte). Desde el mirado de Bulnes se puede disfrutar de las maravillosas vistas que este valle nos brindaba. Un auténtico placer.

Y de ahí saltamos a las playas de Niembro antes de acudir a Tazones. Las playas de Niembro, son a juicio de mucha gente, de las mejores que hay en la zona y no podíamos pasar por alto esta parada. Una parada que para algunos fue una necesidad muy necesaria para calmar, con un buen baño en el Cantábrico, las piernas cansadas tras un día de ruta; y así realizar una buena recuperación para el día siguiente, el cual iba a ser también intenso. Podría decir que fue el mejor baño de todo mi verano y encima acompañado de las mejores vistas que uno puede tener. ALTAMENTE RECOMENDABLE.

Para concluir, un pequeño pueblo pesquero donde disfrutamos de una agradable cena en buena compañía. Perfecto para el final de una etapa dura y larga. Además, a tan sólo unos pocos kilómetros de Gijón. Tazones.

jueves, agosto 25, 2011

PUXA ASTURIES ----- Parte I

Me debatía entre este título o el de "Asturias patria querida..", pero si debo ser sincero; cualquier título se quedaría corto a la hora de definir a esta zona de nuestro país. Ninguna frase puede definir lo suficientemente bien a este pueblo que tanto nos ha impresionado.


La semana empezó tormentosa, y no sólo por la climatología, pero las ganas por visitar este paraje inhóspito para mí, me embriagaba de tal manera que nada de lo que pudiera acontecer me importaba. Sólo quería absorber cada segundo de mi estancia allí, plasmar en mis fotos la belleza de lo que me rodeaba y grabar en mi disco duro todas las sensaciones. En mi aventura me acompañaba un grupo de valientes y de grandes amigos, que junto con nuestras ilusiones encaramos la A-6 dirección a nuestro viaje veraniego convertido ya en un tradición que va por su segunda edición y de la que, personalmente, espero que haya muchas más. Nos preparamos para disfrutar de una semana en unos de los lugares más espectaculares que hayamos podido visitar, y más teniendo en cuenta que el año inaugural había sido nada más y nada menos que en las Rías Baixas, Galicia.

Todo comenzó un lunes 1 de agosto. A las 9.30 salíamos de Madrid dirección nuestro destino, Asturias. Por delante, 467 km bajo la atenta mirada del Sol, la cual nos abandonaría poco después de adentrarnos en lindes asturianas, fue entonces cuando nos dimos cuenta que las previsiones metereológicas hacían acto de presencia y ponían por tierra todas nuestras ilusiones, no sin que antes hubiéramos podido disfrutar de unas vistas escandalosamente bellas en el tramo León - Mieres.

Con todo y con ello, nuestra primera parada a destacar en esta etapa prólogo era Oviedo. Para estratégica sobre las 2 de la tarde cuando más aprieta el hambre y los estómagos empiezan a desperezarse de su hibernación matinal. En ese momento, la lluvia ya había hecho acto de presencia; pero nada detenía nuestro avance y nuestra ilusión

Oviedo fue como ese primer mordisquito que te deja buen sabor de boca. No fue una ciudad que me cautivara de primeras pues me habían hablado tan bien de esta ciudad, que me había creado unas expectativas tan altas de ella que era imposible llevarme a sorpresa, pero ni mucho menos me llevo a engaño; simplemente disfruté del paseo y de las vistas que nos regalaba la ciudad norteña. Debo admitir que tampoco estuvimos en Oviedo más de unas pocas horas y que sólo pudimos visitar la zona céntrico por el paseo peatonal, hacernos una fotos con la estatua del genio Woody Allen que tanto ama la ciudad (al cual le faltan ya las gafas) y, por su puesto, la Catedral. Como nota negativa, no pudimos parar en el Teatro Campoamor, más conocido por ser el recinto donde se entregan los Premios Príncipe de Asturias, y hubo que conformarse con una mirada ojiplática desde la ventanilla del coche. De cualquier forma, la nota de Oviedo es alta pues no sólo disfrutamos con el paseo por sus calles sino que pudimos degustar de su exquisita gastronomía que tanto nos impresionó y que nos advertía delo que nos esperaba en los próximos días. Mucha y buena comida. La báscula de casa empezaba a temblar en la distancia ante lo que se avecinaba.

Pero Oviedo no era más que el comienzo de esta Vuelta a Asturias milimétricamente programada. En este viaje habíamos elegido Gijón como nuestro centro neurálgico, desde allí partirían todas nuestras etapas en nuestras rutas WillyFogueras.

Etapa 1 - Gijón / Nava / Lastres

Etapa con poco desgaste pero con mucha intensidad y belleza. Esta etapa fue de menos a más, a cada paso el día mejoraba y aumentábamos el nivel de exigencia. Aunque Gijón no pudimos verla como nos hubiera gustado debido a la repentina lluvia, si que pudimos al menos, descubrir algunos sus encantos. En la ciudad pudimos realizar una visita al museo de Jovellanos y rastrear por las calles aledañas, además de un paseo a lo largo de la playa del Poniente que se extiende en la zona oriental de la ciudad. Gijón, me sorprendió personalmente, pues toda la información que me había llegado no era la más positiva y creó en mí, como en casi todos los lugares que visitamos, una predisposición que en muchos casos se incumplió, eso sí, de forma positiva.

Tras una suculenta comida en una marisquería donde pudimos degustar una buena mariscada, una buena paella de calamares en su tinta y un entrecot, todo a compartir, nos marchamos hasta Nava, un pueblo de interior que acoge el Museo de la Sidra, donde pudimos no sólo disfrutar de una hora de instrucción en el arte de la producción de la sidra, sino también realizar unas degustaciones de sidrina y practicar nuestra técnica a la hora de escanciar (a la vez que aprendimos de una vez por todas como se decía correctamente esta palabra). Un sitio muy recomendable para visitar. Gente muy amable y simpática. Para finalizar, Lastres, lugar al que haré una mención muy especial.

Teníamos una ilusión extra por visitar Lastres, en parte porque allí se grababa la serie de televisión Doctor Mateos y en parte, porque es sabido que cuando una serie o película elige un lugar suele ser tras una ardua búsqueda para encontrar lugares que no todo el mundo conoce y que deja boquiabierto a más de uno. La verdad, que en esta ocasión, eligieron de cine (nunca mejor dicho), porque el pueblo es de lo más espectacular que se puede visitar a lo largo de la cosata. Para aquellos que no hayan visitado dicho pueblo, altamente recomendado, o no hayan visto la serie; se trata de un pueblo que se encuentra literalmente "colgado" en la ladera de varias montañas y que desemboca en una cala de playa y un puerto ganado al mar que te deja sin hipo. Pueblo de incesantes y agotadoras cuestas que descubren con cada gota de sudor, cada paso y cada giro, rincones exquisitos. Por no olvidar del hecho de poder visitar las zonas de rodaje de la serie en cuestión.

Ya entrada la noche, pudimos deleitarnos con una cena en un barecito en el puerto con las vistas nocturnas del pueblo y con la brisa que el mar nos regaló. Un placer doble. Lastres, en definitiva, es un pueblo que deja huella y que debe estar escrito a fuego en cualquier ruta que se haga por estas zonas.


La etapa acaba a altas horas de la noche con la primera de muchas sonrisas reflejada en nuestra agotada cara y con la ilusión de lo que el día siguiente nos deparaba.

Continuará...