Navidad es además de fiesta, tiempo de reflexión. Parón, giro y mirar atrás en el tiempo. Navidad, en definitiva, es el momento de hacer balance del año que se aproxima a su fin y, que mejor que hacer ese balance en tu tierra, con tu gente y con mucho tiempo libre. Es una gozada volver a casa y volver a tus tradiciones. Pero no ha sido nada fácil, este mundo es un vaivén de contrastes y un buen ejemplo para entenderlo mejor es lo que me sucedió esta mañana. Estaba viendo las noticias y estaban haciendo una comparativa de extremos con la situación de Nueva York y Buenos Aires.
En la ciudad que nunca duerme, las temperaturas son extremas. Extremas con signo negativo. Se han alcanzado los 75cm de nieve, se ha paralizado la ciudad, los aeropuertos de Newark y JFK estaban cerrados; en definitiva, un frío de narices.
Mientras, en Buenos Aires, con temperaturas extremas, pero éstas de signo positivo, tan positivo como 42º a la sombra. Gente en las fuentes bañándose, tomando el sol en los parques, luchando por una sombra muy codiciada estos días; en definitiva, un calor de narices.
Y con tantas narices, a la mía me vino una sensación familiar. Una sensación que no hace tanto viví en mis carnes, pero tendremos que hacer un ejercicio de extrapolación. El pasado 22 de Diciembre tenía un pasaje de vuelo de Río a Madrid, el vuelo salía a las 21h huso horario carioca, cualquier persona que haya viajado varias veces en vuelos de estas características sabrá que hay que estar al menos 2h en el aeropuerto por temas de overbooking y que si además sumas la hora de taxi hasta llegar, eso nos daba una "deadline", las 18h. Por lo que, al ser tan hiperactivo y extrapuntual, a las 16.30h tenía todas maletas preparadas, casa recogida y lista para hacer entrega de la misma al casero y con más de una hora por delante. ¿Qué creéis que haría una persona normal en mi lugar? Efectivamente, me bajé a la playa a meterme el último baño del año y coger los últimos rayos de sol, lo cual me provocó un flashback al verano hispánico cuando todo el mundo justo antes de volver de sus vacaciones se mete el último baño en plan "para despedirme de la playita y del verano por un año....¡Además, así voy más fresquito en el viaje!". Lo único que mi despedida era de unas semanas, no más de 3 o 4, así que tampoco estaba tan triste, al menos no como en los agostos pasados.
A lo que iba, que me despedí de Brasil por un tiempo con una temperatura espectacular, alrededor de 35ºC y en la playa de Copacabana, ¿qué más se podía pedir? Pues lo que vino después, un viaje de 11 horas en Iberia (tal vez la peor compañía en la que he viajado en vuelos de esta envergadura) y una diferencia térmica de casi 40º, simplemente, ESPECTACULAR. Son las cosas de la vida y de las comunicaciones, en 16 horas fui capaz de cambiar las chanclas y el bañador por la bufanda y los guantes. Un cambio difícil de asimilar y que provoca grandes momentos de crisis existenciales, aderezadas con un "coño que frío, yo me quiero ir a mi querido hemisferio sur YA". Menos mal que vienes de vacaciones y en época de Navidad, que siempre anima y gusta. Porque sino, esto me podría tocar las narices.
Como decía, esta mañana vi reflejado en las noticias mi sensación, en menor medida, que tuve la pasada semana en mi retorno turrunero a España. El mundo es más pequeño de lo que uno piensa. Sólo tienes que salir y moverte, enseguida te darás cuenta de que no sólo es que sea pequeño este mundo, sino la de similitudes y momentos que uno vive y se repiten sin cesar en otros lugares . La vida es un cúmulo de sucesivos contrastes y "déjà vu's". Pero me da en la nariz que esto es algo que ya sabíais vosotros.
Por ahora, estoy en Madrid, contento pero con frío. Poniéndome al día después de un mes con todo el mundo, yendo a todas las cenas que puedo y entrando en la rueda consumista de estos días. Río me espera, y nos veremos pronto, pero aún no, no todavía. Pero espero, no dentro de mucho, volver a encontrarme con esos olores típicos del verano y de ciudad costera.... porque hoy al menos, todo me va de narices, pero en plan bien!!!!
Que siga la suerte y que os siga a todos vosotros,
Bueno, pero lo bien que se está en casa, con los cuidados de tus Padres y el cariño que te damos los amigos!! todo esto es impagable, por mucho verano que tengas en Brasil.
ResponderEliminarMe alegro haberte visto, ya sabes que te deseo todo lo mejor para el 2.011 y, xq no!, una visitilla a otro hemisferio.
Un abrazo!+
Andrés