jueves, agosto 25, 2011

PUXA ASTURIES ----- Parte I

Me debatía entre este título o el de "Asturias patria querida..", pero si debo ser sincero; cualquier título se quedaría corto a la hora de definir a esta zona de nuestro país. Ninguna frase puede definir lo suficientemente bien a este pueblo que tanto nos ha impresionado.


La semana empezó tormentosa, y no sólo por la climatología, pero las ganas por visitar este paraje inhóspito para mí, me embriagaba de tal manera que nada de lo que pudiera acontecer me importaba. Sólo quería absorber cada segundo de mi estancia allí, plasmar en mis fotos la belleza de lo que me rodeaba y grabar en mi disco duro todas las sensaciones. En mi aventura me acompañaba un grupo de valientes y de grandes amigos, que junto con nuestras ilusiones encaramos la A-6 dirección a nuestro viaje veraniego convertido ya en un tradición que va por su segunda edición y de la que, personalmente, espero que haya muchas más. Nos preparamos para disfrutar de una semana en unos de los lugares más espectaculares que hayamos podido visitar, y más teniendo en cuenta que el año inaugural había sido nada más y nada menos que en las Rías Baixas, Galicia.

Todo comenzó un lunes 1 de agosto. A las 9.30 salíamos de Madrid dirección nuestro destino, Asturias. Por delante, 467 km bajo la atenta mirada del Sol, la cual nos abandonaría poco después de adentrarnos en lindes asturianas, fue entonces cuando nos dimos cuenta que las previsiones metereológicas hacían acto de presencia y ponían por tierra todas nuestras ilusiones, no sin que antes hubiéramos podido disfrutar de unas vistas escandalosamente bellas en el tramo León - Mieres.

Con todo y con ello, nuestra primera parada a destacar en esta etapa prólogo era Oviedo. Para estratégica sobre las 2 de la tarde cuando más aprieta el hambre y los estómagos empiezan a desperezarse de su hibernación matinal. En ese momento, la lluvia ya había hecho acto de presencia; pero nada detenía nuestro avance y nuestra ilusión

Oviedo fue como ese primer mordisquito que te deja buen sabor de boca. No fue una ciudad que me cautivara de primeras pues me habían hablado tan bien de esta ciudad, que me había creado unas expectativas tan altas de ella que era imposible llevarme a sorpresa, pero ni mucho menos me llevo a engaño; simplemente disfruté del paseo y de las vistas que nos regalaba la ciudad norteña. Debo admitir que tampoco estuvimos en Oviedo más de unas pocas horas y que sólo pudimos visitar la zona céntrico por el paseo peatonal, hacernos una fotos con la estatua del genio Woody Allen que tanto ama la ciudad (al cual le faltan ya las gafas) y, por su puesto, la Catedral. Como nota negativa, no pudimos parar en el Teatro Campoamor, más conocido por ser el recinto donde se entregan los Premios Príncipe de Asturias, y hubo que conformarse con una mirada ojiplática desde la ventanilla del coche. De cualquier forma, la nota de Oviedo es alta pues no sólo disfrutamos con el paseo por sus calles sino que pudimos degustar de su exquisita gastronomía que tanto nos impresionó y que nos advertía delo que nos esperaba en los próximos días. Mucha y buena comida. La báscula de casa empezaba a temblar en la distancia ante lo que se avecinaba.

Pero Oviedo no era más que el comienzo de esta Vuelta a Asturias milimétricamente programada. En este viaje habíamos elegido Gijón como nuestro centro neurálgico, desde allí partirían todas nuestras etapas en nuestras rutas WillyFogueras.

Etapa 1 - Gijón / Nava / Lastres

Etapa con poco desgaste pero con mucha intensidad y belleza. Esta etapa fue de menos a más, a cada paso el día mejoraba y aumentábamos el nivel de exigencia. Aunque Gijón no pudimos verla como nos hubiera gustado debido a la repentina lluvia, si que pudimos al menos, descubrir algunos sus encantos. En la ciudad pudimos realizar una visita al museo de Jovellanos y rastrear por las calles aledañas, además de un paseo a lo largo de la playa del Poniente que se extiende en la zona oriental de la ciudad. Gijón, me sorprendió personalmente, pues toda la información que me había llegado no era la más positiva y creó en mí, como en casi todos los lugares que visitamos, una predisposición que en muchos casos se incumplió, eso sí, de forma positiva.

Tras una suculenta comida en una marisquería donde pudimos degustar una buena mariscada, una buena paella de calamares en su tinta y un entrecot, todo a compartir, nos marchamos hasta Nava, un pueblo de interior que acoge el Museo de la Sidra, donde pudimos no sólo disfrutar de una hora de instrucción en el arte de la producción de la sidra, sino también realizar unas degustaciones de sidrina y practicar nuestra técnica a la hora de escanciar (a la vez que aprendimos de una vez por todas como se decía correctamente esta palabra). Un sitio muy recomendable para visitar. Gente muy amable y simpática. Para finalizar, Lastres, lugar al que haré una mención muy especial.

Teníamos una ilusión extra por visitar Lastres, en parte porque allí se grababa la serie de televisión Doctor Mateos y en parte, porque es sabido que cuando una serie o película elige un lugar suele ser tras una ardua búsqueda para encontrar lugares que no todo el mundo conoce y que deja boquiabierto a más de uno. La verdad, que en esta ocasión, eligieron de cine (nunca mejor dicho), porque el pueblo es de lo más espectacular que se puede visitar a lo largo de la cosata. Para aquellos que no hayan visitado dicho pueblo, altamente recomendado, o no hayan visto la serie; se trata de un pueblo que se encuentra literalmente "colgado" en la ladera de varias montañas y que desemboca en una cala de playa y un puerto ganado al mar que te deja sin hipo. Pueblo de incesantes y agotadoras cuestas que descubren con cada gota de sudor, cada paso y cada giro, rincones exquisitos. Por no olvidar del hecho de poder visitar las zonas de rodaje de la serie en cuestión.

Ya entrada la noche, pudimos deleitarnos con una cena en un barecito en el puerto con las vistas nocturnas del pueblo y con la brisa que el mar nos regaló. Un placer doble. Lastres, en definitiva, es un pueblo que deja huella y que debe estar escrito a fuego en cualquier ruta que se haga por estas zonas.


La etapa acaba a altas horas de la noche con la primera de muchas sonrisas reflejada en nuestra agotada cara y con la ilusión de lo que el día siguiente nos deparaba.

Continuará...

1 comentario:

  1. David, welcome back!

    Nosotros estuvimos este invierno en Oviedo (dormimos en el Melia Conquistador) y tb hicimos ruta por la costa, sin olvidarnis de Lastres. El Norte de España es precioso y se come de...

    Un abrazo,

    Andrés

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