viernes, septiembre 02, 2011

PUXA ASTURIES ----- Parte III

Etapa 3 - Arriondas (Descenso del Sella) / Covadonga / Cangas de Onís / Gijón

Ya es juernes. Cuarta jornada de nuestra particular vuelta a Asturias y tercera etapa. Esta sería la etapa reina de la semana, por la dificultad, el esfuerzo y la longitud de la misma. No todo el mundo se encuentra en condiciones físicas y psicológicas para afrontar etapas de este calado y lo que es más difícil, acabgarla de forma satisfactoria. Nuestra primer punto de control estaba en Arriondas, para el Descenso del Sella. No voy a poder decir nada del descenso que nadie sepa, es totalmente recomendable y merece muchísimo la pena vivirlo. Eso sí, 13 kilómetros de descenso donde aunque la palabra descenso aparezca, no quiere decir por ello que el torrente de agua hará el trabajo por nosotros; ni mucho menos; es duro y en ocasiones muy duro. Pero la sensación al finalizarlo es indescriptible, al igual que el sueñecico del autobús con el que se torna al punto de partida. El descenso del turista, se realiza por el mismo sitio que el profesional, pero con la salvedad que no llega a Ribadesella, sino que acaba varios kilómetros antes; por lo demás es lo mismo. La salida fue desde Arriondas y desde el primer momento descargamos todas nuestras energías en los remos para mover nuestra canoa con mucho trabajo físico, con zonas de descanso y otras donde disfrutar de un buen baño. No olvidar llevar dinerito suelto, pues hay varios chiringuitos por el camino en los que se puede parar a tomar algo y relajarse. Después de la actividad física, llegó más actividad física. Esta vez de nuevo a pie. Subida a los Lagos de Covadonga y visita al pueblo que le da nombre a estos loagos, Covadonga. Realmente dejaré que las fotos hablen de ambos sitios por si solas, porque como dicen, vale más una foto que mil palabras y en mi caso, que 10 mil.


El día terminó por un paseo por Cangas de Onís, pueblo bastante interesante y donde merece la pena visitar su famoso puente; además de eso, pueblo con mucha vida debido a su cercanía a Covadonga y Arriondas, ya que está a mitad de camino entre ambas localidades y a no más de 10 km.


¡Y llegó la fiesta! No era el mejor día, pero fue un día de escándalo. Todo empezó con una cena a base de raciones en el centro de Gijón, rodeado de buen ambiente, chicas guapas y botellas de sidra. Después seguimos la fiesta en un "antro" donde pudimos dar rienda suelta a nuestros juegos más infantiles de bebida barata (cerveza y calimocho). Nos decantamos por el "Señor del 3" o también rebautizado, "Señor del Paco". Tras lo cual, y con una puntito como todo el mundo puede imaginar, nos dirigimos a un local cercano al paseo marítimo donde dimos rienda suelta a nuestras caderas. La nota general fue muy buena y la plantación de "nabos" menos numerosa de lo que uno espera encontrar en cualquier garito. Además, la nota de las muchachas asturianas alcanza con facilidad un notable alto rozando el sobresaliente, si es que no lo alcanzaba. Por lo que se confirmaba que en Asturias hay muy buena carne.

Para los gladiadores que aguantamos hasta más allá del amanecer, nos esperaba un día duro a pesar de ser jornada de descanso en la vuelta a Asturias.

Etapa 4 - Gijón / Avilés

En la cuarta etapa, visitamos tibiamente Gijón y después visitamos Avilés, no pudiendo alcanzar la línea de meta marcada, Cuchillero. Este pueblo, quedará en nuestra agenda de pendientes. De Gijón, los que la visitaron, ya dieron buena cuenta de él; de Avilés, queremos hacer una definición acorde a lo visto: ESPECTACULAR.

Cualquiera que piense en Avilés y que haya estudiado un poco, lo recordará como uno de los centros neurálgicos de la Siderurgia española. Por lo que los que nos lleva a pensar que esta ciudad de economía industrial sería cuanto menos, no muy bonita en el plano estético. Pues bien, si de algo nos hemos dado cuenta en este viaje es que no hay nada como tener expectativas para que la realidad te de una sorpresa mayúscula. Avilés fue la tapada, la ciudad que nadie esperaba con ansias; pero fue sin duda la más destacada. No vamos a engañarnos, la entrada a la ciudad no es la mejor, rodeado de fábricas con chimeneas con fuego y humo, nada alentador para un turista y que tras lo cual llegamos a una zona urbana más bien normalita. ¡Pero ay señor turista!, cuando uno llega al centro histórico, todo cambia, damos un giro de 180º y pasamos a disfrutar de una ciudad sencillamente espectacular, hermosa, con jardines que nos trasladan al Reino Unido y con un ambiente y una muchedumbre que invita a no parar de pasear por la ciudad. Por no hablar de la gastronomía. Puede ser casualidad, pero debido a las prisas entramos en el primer sitio que vimos aún no siendo el que más pudiera resaltar; pero a la postre fue uno de los mejores sitios que pisamos y donde degustamos buena cocina asturiana. Gran ciudad que incluir en vuestra ruta.

Ya no nos queda mucho, con la quinta etapa poníamos punto y seguido a este viaje que tanta huella ha creado, no sólo en nuestro corazón sino también en nuestras lorzas.

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